Volver al origen

Ayer volví al espacio sagrado de una clase con mi maestra.

Con ella caminé mis primeros pasos en el sendero del yoga.

Ella fue la semilla, la guía, la voz que me acompañó en el silencio de los comienzos.

Y ayer, al volver a su presencia, algo en mí se abrió con profunda humildad.

Recordé lo que es llegar sin saber.

Recordé lo que es presentarse vacío, sin certezas, solo con el anhelo de habitar el cuerpo, la respiración y el instante presente.

En este mundo que nos empuja a avanzar, a acumular conocimientos, a conquistar posturas y títulos…

Me encontré volviendo a lo esencial, la escucha, la entrega, el principio.

A veces, el verdadero aprendizaje no está en ir más lejos, sino en saber regresar.

Volver al origen no es retroceder, es rendirse ante la sabiduría de lo simple.

Es recordar que la semilla contiene el todo.

Hoy agradezco profundamente el reencuentro.

Con mi maestra, sí, pero sobre todo conmigo misma en aquel primer gesto, el de confiar sin entender, el de abrirme sin armarme, el de estar presente con todo lo que soy… y todo lo que aún no sé.

🌿 Que nunca perdamos la capacidad de volver, de honrar los comienzos, y de mirar lo antiguo con ojos nuevos.🌿