🌸 Volver a mi cuerpo: mi templo, mi refugio.

Hay días en los que la mente corre más rápido que el corazón.

Días en los que me pierdo en pensamientos, listas de pendientes, exigencias y expectativas.

Y entonces respiro… cierro los ojos… y recuerdo: mi cuerpo siempre está acá, esperándome.

🌿 El cuerpo como templo:

En el yoga aprendí que el cuerpo no es solo la herramienta para movernos, es un templo sagrado.

Un espacio donde habita la energía, las emociones y la esencia de quienes somos.

Habitarlo con amor no es una tarea fácil en un mundo que nos pide resultados, que nos empuja a hacer más, a ser más.

Pero…

🪷 ¿Qué pasaría si empezamos a movernos no por obligación, sino por placer?

🪷 ¿Si la práctica dejara de ser una meta y se volviera un ritual de cuidado y escucha?

🌸 Sanar respetando mis tiempos

Cada vez que me acerco al mat lo hago con una sola intención:

volver a mí.

Sin expectativas, sin exigencias.

Solo por el disfrute de sentir mi respiración fluyendo, de escuchar mis músculos despertando, de dejar que cada movimiento me devuelva a este momento presente.

La práctica se convierte en medicina.

🌱 En un acto de sanación que no busca resultados perfectos, sino paz interna.

🌱 En un encuentro íntimo donde me abrazo tal como soy, con mis luces y mis sombras.

🌙 El mat como punto de encuentro

Ese espacio rectangular se vuelve un puente entre mi mente dispersa y mi corazón.

Cada postura, cada inhalación, cada exhalación me devuelve a mi templo.

A mí misma.

No importa cuántas veces me haya alejado, siempre puedo volver.

Porque el yoga no pide nada, solo que llegues, respires y te entregues al momento.

💛 Para cerrar

Volver a tu cuerpo no es un acto egoísta.

Es la manera más profunda de cuidarte, de amarte, de sanar.

Y cuando estás en paz con vos misma, podés compartir esa paz con el mundo.

✨ Hoy te invito a volver a tu templo.

A pisar el mat sin expectativas.

Solo por el placer de recordar que ya sos suficiente.

Nanu.