Recuperar el amor por nuestro cuerpo: más allá de la balanza.
- infonanuyoga
- 24 abr
- 3 Min. de lectura

En el camino de la recuperación de trastornos alimenticios muchas personas sienten que su cuerpo se ha convertido en un enemigo:
una imagen distorsionada que les dicta cada bocado, cada espejo y cada pensamiento. Pero la verdadera transformación nace de volver a conectar con la propia esencia, con el prana que recorre cada célula, y con el movimiento consciente que nos recuerda que somos más que un número en la balanza.
La mente como primer paso:
Cuando aprendemos a observar nuestros pensamientos sin juzgarlos, descubrimos que el “tengo que portarme bien hoy” o el “no merezco este bocado” son voces heredadas de miedos, comparación y autoexigencia.
El primer paso es invitarlas a la calma, detenernos unos segundos, inhalar y reconocer que ese miedo forma parte de una historia, pero no define quiénes somos.
Desde esa pausa, podemos elegir un nuevo diálogo, uno que hable de cuidado, nutrición y respeto.
Yoga, reencontrarse con el cuerpo
La práctica de yoga nos ofrece un espacio seguro para sentirnos en casa en nuestra propia piel.
Cada asana - sin importar la flexibilidad o el nivel físico - es una invitación a escuchar las sensaciones internas, tensión, alivio, calor o frescor.
Poco a poco, el cuerpo deja de ser un objeto que “hemos de controlar” y se convierte en un aliado que nos muestra límites y posibilidades.
Aquí aprendemos que el equilibrio no se busca afuera, sino en la unión de respiración, mente y movimiento.
Nutrición desde el prana
Alimentarse conscientemente no es seguir otra dieta, sino sintonizar con los alimentos que nos llenan de energía vital.
En vez de contar calorías, podemos preguntarnos:
¿Este plato me nutre?
¿Cómo me siento después de comerlo?
El prana, esa fuerza sutil que nos anima, está presente en cada hoja de espinaca, en cada grano de quinoa y en cada gota de agua fresca.
Cuando entramos en ese diálogo, aprendemos a gestionar los excesos y los atracones, pues entendemos que la verdadera saciedad es un estado de serenidad interior.
Rompiendo el ciclo de las “dietas milagro”
Las dietas estrictas prometen resultados rápidos, pero suelen sembrar frustración y culpa cuando el cuerpo demanda algo distinto.
En cambio, integrar prácticas conscientes - una clase de yoga suave antes de las comidas, masticar despacio, disfrutar de texturas y sabores - nos ayuda a reconectar con nuestra sabiduría interior.
Si un día “comemos mal”, no es un fracaso, es una oportunidad para observar sin autocastigo y reenfocarnos al día siguiente con compasión.
Salud integral: cuerpo, mente y espíritu
El verdadero logro no es encajar en un molde estético, sino aprender a cuidar el propio bienestar en todas sus dimensiones.
Cuando cambiamos el foco de “cómo me veo” a “cómo me siento”, abrimos la puerta a una vida más plena, con energía para compartir, para crear y para disfrutar.
Yoga y alimentación consciente son dos pilares que, juntos, sostienen esa transformación suave y duradera.
Recuerda:
La recuperación no es una meta definitiva, sino un camino de pequeños pasos.
Cada respiración atenta, cada plato preparado con cariño y cada postura de yoga te acercan más a ese cuerpo y a esa mente con los que mereces convivir en armonía.
Aquí encontrarás guías, recursos y experiencias reales de una persona que, como vos, decidió apostar por la salud antes que por los números.
Te acompaño en cada paso ✨
Namasté. 🙏✨




Comentarios